La “maraña” del aparato político

Mucho se habla del “aparato político”, de los “punteros políticos” y de los “militantes” (pagos o no), pero pocas veces se ha contado como es la estructura, por ejemplo del Partido Justicialista de Córdoba, para armar las famosas listas internas en la Capital.

Para comenzar a entender como se “arma” la estructura, primero hay que saber cuantas listas se presentan. Según la Junta Electoral del Partido Justicialista para conducir el PJ en la Capital se han presentado 5 listas. La oficialista, que apoya el gobernador Juan Schiaretti y el ex gobernador José Manuel De la Sota, encabezada por Dante Heredia. Heredia es un conocido dirigente barrial que ha pasado por diferentes puestos de la administración pública de De la Sota, su cargo más relevante fue el de Ministro de la Solidaridad, o sea, manejaba todos los planes sociales. Actualmente se desempeña como Legislador.

La lista opositora más fuerte está liderada por Olga Riutort. Ex esposa de quien fuera gobernador José Manuel de la Sota, actualmente su enemigo político número 1. Riutort en la actualidad es Concejal de su propio espacio. Su cargo más relevante, y desde donde construyó todo su poder, fue en la Secretaría de la Gobernación cuando su ex marido estaba a cargo del ejecutivo. Allí tiene su principal “mancha”: se la investigó por haber traído en una valija desde chile…. los famosos Bonos Lecor.

Hay una tercera lista, Kirchnerista. Está liderada por un ex hombre de Olga Riutort: Diego Hak. El actual empleado público es el padre de una de las nietas de Riutort fruto de la relación con la hija de la actual concejal, Victoria. Sin embargo ahora Hak buscó su propio camino y encontró como aliadas a ex amigas de Riutort: Beatriz Halac y Haidé Giri, ambas, ahora, identificadas con el proyecto Nacional y Popular.

Como cuarta y quinta lista se encuentran: por un lado el concejal Elvio Sahaspe. Cuya única virtud es ser un estudioso del tema de transporte público y así lo demostró en el Concejo Deliberante. El otro postulante, Iván Hidalgo, un dirigente barrial de poco renombre en el pasado Justicialista de primera línea.

Toda esta explicación sirve para entender la cantidad de gente que se va a movilizar por interés o por convicción para estas elecciones a la conducción de la Capital.

  

Según se especula, para poder montar un aparato completo por cada una de las listas de las internas justicialistas se necesitan al menos 3500 personas para poder cubrir todos los cargos.

Actualmente en la Capital se deben cubrir este número de lugares que se dividen:

- Autoridades de 14 seccionales

- Autoridades de 115 Circuitos

- Autoridades y representantes de Sub Circuitos.

Como ejemplo, en una seccional como la 11º, denominada como una seccional grande, se deben cubrir 600 cargos aproximadamente. De estos números se desprende que la cantidad de militantes con que debe contar cada una de las listas internas deberá ser mayor a los 3500 cargos a cubrir. Desde ya son muy pocas las listas que pueden llegar a juntar esa cantidad de adeptos.  

Si bien los más encumbrados dirigentes lo van a desmentir, todos estos “adeptos, militantes o punteros” trabajan por algo. La mayoría de ellos, dirigentes de barrio pobres, buscan un lugar en la repartición pública para asegurar su futuro o el de su familia. Otros, los menos pretensiosos buscan manejar los planes sociales que otorga el gobierno en sus barrios y así conservar el poder en el lugar. Y los aun menos ambiciosos buscan que su participación en estas internas sea recompensada con algo, llámese una casa de los barrio ciudades, un plan social, chapas, colchones o bolsones de comida. Es en ese momento en donde se empieza a ver lo más terrible y despreciable de la política de éstos días, por que es en ese momento donde se empieza a jugar con el hambre y la necesidad de la gente.

Después de describir las listas, el armado y los intereses, surgen algunas preguntas: ¿Cuántos de los 3500 personas que forman parte de la lista actúan por verdadera vocación política?, ¿Cómo se financia una estructura de al menos 3500 personas?, ¿Cuántos de los 3500 que participan en las listas aportan para la campaña?.

Si uno piensa que cada una de las listas deberá juntar 3500 personas, por lo menos para competir, uno deduce que para las elecciones partidarias, y sin dejar a nadie afuera, participarán ¡¡ 17.500 personas!!.

En política nada está improvisado y todos “juegan” y buscan algo. El armado de estas tremendas estructuras es lo que lo certifica. 

* Estos datos fueron obtenidos tras consultar a representantes de 3 de las listas que se van a presentar. Y corroborado por éste periodista.